El cerebro revela el poder de cambiar a los demás», se lee en el nuevo libro de Tali Sharot, «Mente influyente», que es profesora de psicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.

En una investigación pionera que demuestra la importancia de aceptar y superar los prejuicios y la negatividad, Fredrickson ha demostrado que podemos superar nuestros prejuicios contra la negatividad, desarrollando un enfoque psicoterapéutico narrativo para tratar los pensamientos y sentimientos negativos.

Esta estrategia se basa en estrategias de solución y combina métodos orientados a la solución con conjeturas y mecanismos de consulta.

Los enfoques psicoterapéuticos narrativos implican que las personas escriban sus experiencias emocionales, las lean en voz alta después de haber identificado los pensamientos negativos y los desafíen sustituyéndolos por pensamientos positivos, como emociones positivas, acciones positivas o recuerdos positivos.

Según Uri Hasson, de la Universidad de Princeton, las historias son capaces de activar partes del cerebro para que los oyentes puedan convertirlas en sus propias ideas y experiencias.

Cree que podemos aprovechar el poder de la narración colectiva para imaginar lo que va bien en el futuro, creando mitos de salvación y restauración que pueden añadirse al Edén 2.0, como la historia del Edén 1.5, el Edén 3.1 y el Edén 4.2.

La investigación sugiere que debemos romper conscientemente el hábito de asustar a la gente y, en su lugar, hacer hincapié en las recompensas que conlleva la consecución de nuestros objetivos.

Esta analogía debería ayudarnos a seguir los esfuerzos para revertir el lavado de cerebro y restaurar la función cognitiva en áreas como el pensamiento analítico y la resolución de problemas.

Prestando atención a lo que comunicamos y comprendiendo cómo los niños se convierten en pensadores positivos, podemos mejorar los resultados de nuestros hijos.

Ha llegado el momento de que el sistema cambiando los profesionales y los narradores- trabaje conjuntamente para crear un mundo mejor, de modo que «una vida feliz después» exista en la página y fuera de ella.

Además de los objetivos científicos, esta colaboración pretende cambiar la cultura científica de la neurociencia, inspirándose en lo que ya se ha conseguido en otros ámbitos.

Como red de psicología clínica, la ciencia positiva nos ayuda a comprender mejor cómo podemos trabajar para mejorar nuestras habilidades internas y aprovechar al máximo el presente.

La adopción de nuevos pensamientos y patrones de comportamiento da lugar a diferentes redes neuronales y promueve nuevas conexiones y vías de comunicación a lo largo del tiempo.

Vincular los nuevos comportamientos a tantas áreas del cerebro como sea posible ayuda a desarrollar nuevas vías neuronales.

Este tipo de ideas nos ayudan a entender cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos, ayudar a los demás y mantener la eficacia de nuestros líderes.

A lo largo de los años, hemos informado sobre lo que la neurociencia puede enseñarnos sobre los mensajes que irrumpen e inspiran la acción.

Somos capaces de alcanzar nuestros objetivos de salud a nivel personal y de capacitar profesionalmente a nuestros pacientes para que alcancen sus objetivos de salud al comprender la neurociencia del cambio de comportamiento.

En nuestra investigación, que trabaja con empresas que buscan el cambio, hemos descubierto cómo la naturaleza humana impide la aplicación con éxito de las cuatro condiciones para el cambio de comportamiento.

Al describir estos hallazgos, le mostraré cómo diferentes empresas han superado y utilizado el lado contraintuitivo del comportamiento humano para lograr el cambio.

Cree una historia de cambio convincente, comuníquela a sus empleados y sígala con una comunicación e implicación continuas.

Identifique y movilice las funciones y personalidades de su organización que influyen en la forma de pensar y comportarse de los demás.

Los directivos en transición deben ser capaces de contar historias sobre el cambio que aborden las cinco cosas que motivan a los empleados.

Esto puede hacerse desempacando la historia actual, explorando los aspectos positivos y negativos de la cultura corporativa y el modelo de negocio actuales, y ayudando a las personas a escribir historias más positivas para vivir sus vidas.

La investigación ha confirmado que la divulgación de anécdotas de la propia historia personal puede motivar e inspirar a los alumnos cuando tienen un buen rendimiento.

Las emociones y los imperativos morales que sugieren estas historias también pueden encender un fuego motivacional en los estudiantes y crear la motivación para abordar un problema, incluso si solo se lee o se escribe sobre él.

Creo que el liderazgo significa inspirar a otros y motivarlos para que se desarrollen mejor, para que aprendan, se adapten e innoven. Para ello, hay que despertar el llamado Atractor Emocional Positivo y luego activar las partes del cerebro que ayudan.

Como explica Dawkins, las ideas se difunden porque el comportamiento que producen en su anfitrión permite que se transfieran de un cerebro a otro.

Estos ejemplos ilustran la diferencia entre lo que ocurre en el cerebro y lo que sucede en nuestro cuerpo y nuestro entorno.

También aquí las señales del cuerpo se apoderan de las órdenes del cerebro y desafían nuestra idea idealizada de la supremacía cerebral. ¿Por qué las historias en las que los acontecimientos se desarrollan en secuencia tienen un impacto tan profundo en el aprendizaje?

La charla sobre el papel del cuerpo en el aprendizaje, cuyas historias son un componente central en el desarrollo de nuestra comprensión del comportamiento humano y del cerebro humano.

Si quieres saber más, mira en Cómo difundir el cambio e inspirar la acción según la neurociencia